Santiago de Pontedeume, San Martín do Porto, San Mamede de Laraxe, San Jorge de Magalofes, Santa Cruz de Salto, San Andrés de Cabanas, San Esteban de Irís, Santa María de Centroña, Santiago de Boebre y San Pedro de Vilar
miércoles, febrero 28, 2024
ENTIERRO Y EUCARISTÍA EN LARAXE
lunes, febrero 26, 2024
ENTIERRO Y FUNERAL EN PONTEDEUME
ENTIERRO Y FUNERAL EN LARAXE
viernes, febrero 23, 2024
miércoles, febrero 21, 2024
ENTIERRO Y EUCARISTÍA EN SRA. CRUZ
ORACIÓN COMUNITARIA, LOS JUEVES
El Santo Padre anunció el inicio del Año de la Oración el pasado 21 de enero, Domingo de la Palabra de Dios:
“¡Queridos hermanos y
hermanas! Los próximos meses nos conducirán a la apertura de la Puerta Santa,
con la que comenzaremos el Jubileo 2025. Les pido que intensifiquen la oración
para prepararnos a vivir bien este acontecimiento de gracia y experimentar la
fuerza de la esperanza de Dios. Por eso comenzamos el Año de la Oración, un año
dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en
la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo”.
Y añadió:
“Me
alegra pensar que el año 2024, que precede al acontecimiento del jubileo, pueda
dedicarse a una gran sinfonía de oración; ante todo, para recuperar el
deseo de estar en la presencia del Señor, de escucharlo y adorarlo”.
Por lo tanto, en
preparación para el jubileo del año 2025, las diócesis del mundo, y en
particular las parroquias que formamos esta Unidad Pastoral de Pontedeume y Cabanas,
estamos invitados a promover la centralidad de la oración individual y
comunitaria.
Peregrino de esperanza
En la conferencia de presentación del Año de
la Oración, monseñor Rino Fisichella, pro-prefecto del Dicasterio para la
Evangelización, dijo que
“durante este año
deberá emerger mayormente el horizonte espiritual del evento jubilar, que va
mucho más allá de cualquier forma necesaria y urgente de organización
estructural”.
Como el Papa ha
subrayado en el Te Deum al
final del año:
«El cristiano, como
María, es un peregrino de esperanza. Y este será precisamente el tema del
Jubileo de 2025: Peregrinos de
esperanza».
“No se
trata de un año con iniciativas particulares; más bien, de un momento
privilegiado para redescubrir el valor de la oración, la necesidad de la
oración diaria en la vida cristiana; cómo orar, y sobre todo cómo educar a orar
hoy, en la época de la cultura digital, para que la oración sea eficaz y
fecunda”,
ha precisado el pro-prefecto.
Para responder a esta necesidad, he
pensado que este pequeño espacio de oración comunitaria, los jueves después de
la Eucaristía, podría servir de instrumento para responder a la petición del
Papa.
Jubileo
2025. El Papa Francisco: «Lo necesitamos más que nunca»
“Quizá
hoy más que nunca – ha dicho el Papa – necesitemos el año jubilar. Frente
a tantos sufrimientos, que provocan desesperación no sólo en las personas
directamente afectadas, sino en todas nuestras sociedades; frente a nuestros
jóvenes, que en lugar de soñar con un futuro mejor a menudo se sienten
impotentes y frustrados; y frente a los nubarrones que, en lugar de retroceder,
parecen cernirse sobre el mundo, el Jubileo es el anuncio de que Dios nunca
abandona a su pueblo y siempre mantiene abiertas las puertas de su Reino”.
El Santo Padre también
ha subrayado la centralidad de este tiempo privilegiado, que es un tiempo
favorable, para cristianos y no cristianos, para
“que se rompan las
espadas y de ellas se hagan los arados”,
para orar por la paz
entre las naciones y contra la guerra, y para experimentar la misericordia de
Dios en nuestra vida.
Puede consultar el calendario del jubileo en iubilaeum2025.va
El misterio de la oración
El ciclo de catequesis del papa Francisco
sobre la oración propuesto para este año se divide en 38 etapas. Se trata de
las enseñanzas que impartió el Santo Padre desde el 6 de mayo del 2020 al 16 de
junio del 2021. Un denso recorrido en el que se entrelazan páginas de la Biblia
con el camino del pueblo de Dios, testimonios de los santos con miradas a la
vida cotidiana. La oración, nos recuerda el Papa,
“es de todos y nace en
el secreto de nosotros mismos, en ese lugar interior que los autores
espirituales suelen llamar el corazón. La oración es un impulso, es una
invocación que va más allá de nosotros mismos: algo que nace en lo más profundo
de nuestra persona y llega, porque siente la nostalgia de un encuentro. Esa
nostalgia que es más que una necesidad: es un camino. La oración es la voz de
un ‘yo’ que va a tientas, que procede a tientas, en busca de un ‘tú’. El
encuentro entre el ‘yo’ y el ‘tú’ no se puede hacer con calculadoras: es un
encuentro humano y muchas veces procedemos a tientas para encontrar el ‘tú’ que
mi ‘yo’ está buscando”.